Levante en calma

Un Corpus de pelotazo

Como con los políticos no se puede contar porque mientras que unos roban (y esto es un dato objetivo) otros lo

consienten y otros se hacen el “lipendi”, lo mejor es que nos encomendemos a los santos y hagamos más triduos, quinarios, novenas y procesiones. Que nadie se corte: aunque los curas sigan tapando la pederastia y especulando con el ladrillo hasta hundir Cajasur, nosotros nos tenemos que poner a su lado y desfilar.

Este año en el Corpus podemos dar un pelotazo y sacar todo lo que se sacaba antiguamente: Las dos o tres custodias, la Patrona (¿Por qué no será matrona, si viene de madre?), Los Santos Patronos (Servando y Germán) los Compatronos (S. Francisco Javier, S. Roque y S. José) el Niño Jesús de los Sastres, Santa Teresa de Jesús y las cabezas de plata de S. Blas y S. Dionisio. Todo junto, con las ninfas infantiles y las adultas y el Ayuntamiento en pleno en representación de los gaditanos y el secretario local del sindicato de funcionarios.

Yo creo que si así y todo los dioses no se apiadan de nosotros y nos saca de ésta, vamos a tener que hacer algo serio.

 

Poder de convocatoria

Teniendo en cuenta cómo está el patio en Cádiz, me parece que la mejor opción de los sindicato es sacar procesiones cuando quieran llevar unas protestas o reivindicaciones a la calle.

Es muy fácil: se coge una imagen de lo que sea; lo mismo da un niño de Praga que una virgen de Oklahoma; porque en Cádiz hay tendencia a seguir a todo lo que vaya en parihuela. Se le suma una bandita de música, se le agregan unos chavales guapitos portando unas pancartas a modo de estandartes o simpecados y ya está la manifestación montada. Esa es la única forma de hacer que la gente se eche a la calle.

Lo bueno es que después de haberse celebrado dos o tres, ya se convierten en tradicionales y con más predicamento que el Primero de Mayo.

Qué poco ha durado Franco muerto. Y si hablamos del nacionalcatolicismo, ese no ha estado ni en cama con destemplanza.

 

Pasodoble

Éste está hecho (música y letra) para la comparsa “Vamos por Cai”

                                                                                 Noticias llegan a Cai
                                                                                que hielan el corazón:
                                                                           miles y miles de muertos
                                                           y pueblos clamando por su salvación.

Cuando niño me enseñaron
que en cada marea,
cada viento, cada rayo
siempre está presente la huella de Dios;
que no hay nada en este mundo que escape a su mano:
cada monte, cada llano,
cada lucero lejano
Él los fue creando con mimo y primor.
Y me enseñaron que a todo le puso un nombre
y colocado fue en su lugar;
y cuando vio que ya na le faltaba al hombre
miró orgulloso en torno al orbe
y satisfecho fue a descansar.
Pero aquella historia no es más que otro cuento
pues Dios no cuida de su obra
ni frena los elementos.
Y siempre castiga al que ya está sufriendo:
cuando no es un maremoto es un huracán
y es porque Dios se dedica a jugar
o todavía está durmiendo.