Me cuentan que el agresor de Fernando Santiago es el padre que ha estado bregando para que le bajaran un poco la acera, porque su hija, en silla de ruedas, no podía salir a la calle. Me cuentan que Fernando hizo un artículo poniéndose de su parte, pero después dijo que como ese hombre era obrero de Delphi, le daba igual lo que le pasara a él y a su hija. También me cuentan que dijo que ese hombre "Se merece la hija que tiene" Y me cuentan cosas peores que no me atrevo a poner aquí.
Intento, por todos los medios de que dispongo, que me confirmen esos extremos; Si son ciertos, el candado de la Plaza de España, ese de la "Libertad de expresión" habría que colgárselo al cuello un par de años para que aprenda que esa libertad no es para, tras el burladero de un periódico, insultar y escupir veneno.
Ya vimos de lo que fue capaz con Carlos Díaz: que con la ayuda de los carnavaleros y la parte siesa del PSOE, lo echó de la alcaldía a base de artículos incendiarios.
Y ahora él se cachondea consigo diciendo que es un perdedor; pero en verdad lo es y no soportó nunca que Carlos le ganara las elecciones ni que Barroso fuera alcalde de Puerto Real. Por eso se quiere curar de las frustraciones atacando a los obreros en cuanto éstos intentan materializar cualquier protesta.
Creo que sería un buen caso psiquiátrico.