Caballos comparsistas

Leo en el Diario que un señor de Madrid que tiene un picadero, ha bautizado a sus caballos con nombres de comparsas de Martínez Ares.

La idea es preciosa y realizable porque al hombre le gusta Ares, que tiene comparsas con nombres apropiados: Requiebro, Sonrisillas, Milagrosa…¿Os imagináis que fuera aficionado a las chirigotas de mi cuñado Nandi y un caballo se llamara “El  de Villaconejo, que cogió el tren de las 4 que venía con retraso para ir a ver a su llegua que vivía en Marmolejo?”

Hay gente pa to ¿Eh?

Sin religión

No sé por qué en otras cuestiones se cumple la Constitución, y en materia religiosa, no.

Ella deja muy clarito que el Estado no tiene religión oficial; entonces ¿Por qué tenemos que soportar que las instituciones oficiales sigan participando como tales en acontecimientos religiosos? Si un concejal o todos quiere salir en una procesión, que lo haga; pero el Ayuntamiento no debe hacerlo. Si cualquier político quiere participar en cuantos actos religiosos quiera, puede hacerlo; pero ningún representante autonómico, presidente o alcalde, debe representar a su institución en un desfile que no sea  organizado por los poderes civiles. Ni el ejército debe rendir armas ante ningún símbolo religioso, porque el ejército está para matar en nombre del Pueblo, no en nombre de los dioses. Tampoco debe estar autorizado que se emplee el Himno Nacional para la salidas de procesiones que nada tienen que ver con la política de una nación ni con su gobierno.

A ver si nos enteramos de una vez: el que quiera abrazar una religión cualquiera, que lo haga, pero, por favor, que nadie obligue a los demás que eso es dictadura.

Qué pechá de Carnaval

Así, con ese título, se publicó hace dos o tres años un libro escrito por servidor vuestro. De vez en cuando incluiré aquí un pequeño párrafo para que vayáis leyéndolo sin cansaros. Salud.

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“Nunca se sabrá por qué, exactamente, alguien saca una agrupación. Puede ser por necesidad de expresarse, por ganar admiración, por cariño a la fiesta, por unos días de gloria, por relaciones sexuales, por relaciones aunque sin sexo o por todo junto. La cosa es que el Concurso está ahí; y aunque un año decaiga en coros u otro sea pródigo en comparsas, está vivo; y, cada vez, con más capacidad de convocatoria y más ramificaciones; y tendría que ser obra de estudiosos de otras disciplinas el averiguar ese, para mí, misterio.

Porque si a mí me preguntaran que por qué salía en Carnaval, contestaría que porque me daba la gana; pero sé que por encima de esa respuesta hay otra con la que yo no doy; y percibo que a muchos de los que salen les ocurre lo mismo; y me da la impresión de que gracias a ese misterio el Concurso tiene la aceptación y la difusión que tiene; y si se descubre el misterio, se pierde todo.

A esa grandeza de nuestro Carnaval; a esa posibilidad de decir lo que se siente aunque sea una vez al año, es fácil apuntarse; por eso no sólo hay locos locales, sino que cada vez salen locos de todas partes con la ilusión de utilizar las tablas del Falla como palestra de piropos y quejas de las injusticias.”

Caridad vs Solidaridad

Creo que ya he escrito algo aquí sobre esto, pero creo necesario decir que no nos dejemos engañar.

Las instituciones que se encargan de dar bolsas de comida a los necesitados (sin que yo quiera quitarles méritos a esas personas), no ejercen, como suele resaltar la Prensa, la “solidaridad”; eso es un ejercicio de caridad cristiana.

No se pueden mezclar ambos conceptos porque entonces aprendemos que la única misión nuestra en la vida es ayudar a que los pobres coman; mientras que la solidaridad lo que nos enseña es a trabajar, cada uno como pueda, para conseguir  erradicar la pobreza.

Ya está muy manido el proverbio del pobre y el pez; pero es indispensable acudir a él y recordar que lo importante es enseñar a pescar.

La caridad cristiana perpetúa al pobre porque lo necesita para sus fines; la solidaridad se ejerce para sacar al pobre del lodo.

Los solidarios de verdad no salen en los periódicos; los caritativos (Caballeros Hospitalarios, Asociación de Reyes Magos, Rastrillo y cofradías y asociaciones varias), necesitan de un megáfono para publicarse y contar lo que están haciendo.

A preguntas sin respuestas…

Una vez  hice una pregunta en forma de artículo que fue muy contestada y por la que tuve que disculparme. La pregunta era en relación con el Holocausto y con lo que los judíos están haciendo pasar a los palestinos. No me gustaría tener que volver a hacerla, pero qué ganas me entran.

Demasiados compromisos

La agenda de nuestra señora alcaldesa debe estar muy apretujada. Lo digo porque los otros días, cuando se inauguró el Festival de Música Manuel de Falla, Ella no pudo asistir porque estaba cumpliendo con la Hermandad del Rocío de Cádiz; se colocó el vestido de faralases y ejerció de dama implicada en asuntos imprescindibles para la Ciudad, como agradecerle a la Blanca Paloma que en Andalucía no haya paro. A Falla, que le vayan dando, que está muy pesado. Además, ya tenemos a Campuzano.

Y ayer, cuando casi todos los ciudadanos (¡incluso algunos viñeros, oiga!)  estaba contentos porque Cádiz es puerto de partida de algunos cruceros, tampoco pudo ir al muelle a despedir a los viajeros y a desearle a Cádiz una vida más digna y con más futuro.

No sabemos esta vez a qué fue debida su ausencia; lo cierto es que si la agenda de la primera edil sigue tan apretujada, vamos a necesitar dos alcaldes.

¿Hay algún responsable por ahí?

Verán; es que el otro día sentime poeta y quise dedicar una composición al enhiesto surtidor de la fuente de las Brigadas Amarillas. Senteme para tal fin en uno de los cómodos bancos que hay delante de nuestras señas de identidad (las Puertas de Tierra), y no se veía el orgulloso chorro; lo tapaba un armatoste que a alguien se le ha olvidado allí. Ni siquiera me paré a examinarlo por si era una obra de arte o de orate; lo que sí sé es que es un estorbo que alguien del Ayuntamiento tiene que mandar quitar y multar duramente a quien  va dejando tiestos por cualquier parte.

Cádiz tiene pocas cosas bonitas como ciudad pequeña y pobre que es, pero lo poco que tenemos no vamos, encima, a taparlo con lo primero que encontremos. Un poco de respeto: eso es peor que una cagada de perro; lo digo por el tamaño, claro.

Preguntas

No me gusta la demagogia. Me ponen enfermo los políticos y demás gente que aun teniendo acceso a información privilegiada o manejando datos a los que los ciudadanos de las cloacas no tenemos cómo asomarnos, siguen diciendo lo que los carajotes quieren escuchar.

Pero ya puestos y teniendo en cuenta la situación crítica del país, nos estropearemos: si el mundo está podrido, uno también es mundo. Así que voy a hacer dos preguntitas, quizá demagógicas, al aire:

• Si todo el mundo está haciendo gestos solidarios para demostrar que todos remamos en la misma dirección, ¿Por qué la selección española de fútbol no se baja las primas? La prima por ganar quizá tenga algún sentido pero ¿y la que cobran por perder? ¿Y el seleccionador, que cobra mucho más que el Presidente del Gobierno, no puede “aflojarse” un poquito? No sería  más que un simple gesto que, en verdad, aportaría poco, pero no deja de ser un gesto patriota.
• ¿No creéis que ahora que nos necesitamos todos sería un contrasentido seguir llamando españoles a toda esa caterva insolidaria y parasitaria de cantantes, artistas varios y deportistas que aportan sus impuestos para pagar sanidad, educación y obras públicas a otros países? ¿No se les cae la cara de vergüenza a esos papanatas que siguen y aplauden a deportistas que engordan con sus impuestos a países extranjeros? ¿No se les va a prohibir nunca a esos mentecatos interesados que paseen la bandera española cuando llegan el primero a la meta? Es más ¿No debería estar prohibido que se les tocara el himno nacional nuestro a esos que no hacen nada por su país.  Sé que todo esto va a caer en saco roto y que recibiré  comentarios de  algunos justificando a esos renegados, pero yo lo tengo que decir para que no me confundan.

Rosario

El barrio de la Viña, un barrio que se presta a casi todo por tal de que hablen de él, está siendo testigo de lo último de la modernidad:  “Rosarios en los patios”.

Se trata de un nuevo tipo de proselitismo eclesiástico que consiste en que como, por lo visto, la gente ya no reza el Rosario por Radio Juventud como antes, pues se traslada un grupo de practicantes a un patio y allí lo rezan.

El párroco que ha promovido eso promete que así se sale de la crisis.  Menos mal.

Anti taurinos

Éste es el tipo de gente que más pasión pone en que los toros sean abolidos.

¡Torero!