Hoy en la Radio (mañana saldrá en la Prensa) he escuchado el resultado de unos estudios que se han hecho a base de encuestas entre chavales y chavalas de institutos de enseñanza secundaria, referente a las relaciones de parejas y se me han puesto los vellos como alcayatas gitanas al escuchar que las chavalas tienen como sueño principal el tener un novio; que ven normal que el novio les controle el listín telefónico o que se sientan celosos por cualquier cosa porque eso es una prueba de amor.
He sentido pena de comprobar que pasan los años y son ellas mismas las que siguen pidiendo a los hombres que las dominen y las dobleguen porque creen que sólo están hechas para complacer. ¡Y lo dicen ellas! Con lo modernas que son para vestir, peinarse, hablar, conocer al último cantante…Y las pobres son tan obsoletas como sus abuelas pero con menos dignidad; porque, al menos, sus abuelas, no tenían su información, su acceso a la cultura y sus conocimientos.
Me ha entristecido pensar que queda mucho para que se pierda la imagen del niño chuleta, golfo y feo que se lleva de calle a la más guapa, porque ella cree que necesita su protección y porque necesita presumir entre sus amigas de que ha conseguido el trofeo. Me ha entristecido mucho.