martes, 31 de agosto de 2010

Qué pechá de Carnaval

Sigo con el capricho de insertar capítulos de aquel libro que publiqué hace algún tiempo.

 

“…Pero tenemos que reflexionar en que si esto es una diversión de una época del año o, por el contrario, es lo más importante de la vida en cuyo desarrollo estamos poniendo en juego nuestro prestigio como artistas y como personas. Una reflexión sencilla que nos ponga en el camino de descubrir que más allá del Concurso existe una vida que merece ser saboreada con deleite y que la competición no nos debe quitar la perspectiva desde la que poder ver que esto, comparado con todo lo que tenemos que emprender para satisfacer, no sólo nuestras necesidades individuales, sino las que nos presentan cada día los nuestros, no tiene mucha importancia.

He dicho antes que adoro el Concurso y que pelearé como pueda para hacerlo más grande, pero tengo claro que el Concurso no puede superarme a mí y a mi vida. Yo debo estar siempre en condiciones de tomar decisiones y de mantener esta afición en el nivel que debe estar.

Aunque hay aficionados que no te permiten una independencia; que creen que los que fabricamos esto cada año estamos a su servicio y no tenemos otro remedio que el de aguantarnos con todo lo que quieran hacer con nosotros.

Por lo visto, para ese tipo de personas (los he llamado aficionados arriba pero, en realidad, son parásitos que demuestran su inutilidad aprovechándose de lo que hacen los demás) para ese tipo de personas, repito, hacer unas músicas y unas letras; ensayarlas durante unos meses y cantarlas con un disfraz decentito financiado por uno mismo es algo tan fácil que está al alcance de cualquiera y, además, creen que es nuestra obligación y nunca una decisión libre por el afán de divertirnos…”

                                                                                                                                                                         (Continuará)

Tango

Después de muchos años de discusión, a José Monge Cruz, Camarón, a su muerte, se le concedió la Llave de Oro del Cante Flamenco. Esa concesión casi de lástima y llena de polémica me movió a escribir este tango para el coro “De Cai-Cai”.

Tango

Ven conmigo, compare, que esta noche yo te invito.
Ven, compare y tomemos una copita en La Cueva.
Dicen que, de La Isla, ha llegao un gitanito
dueño de tos los duendes; rubio como las candelas.
Dicen que en su garganta se fundieron sol y luna;
de oro son sus tarantas, de oro su soleá,
de oro será la llave
que en el mundo proclame
que ese niño se tutea con los dioses del compás.
¡Ay! llave.
Llavecita de oro.
La que abre las puertas, la que guarda los tesoros.
¡Ay! llave.
Llavecita de odio
que se clava en el alma
como se clava el asta de un toro.
¡Ay! llave:
muerto le dan la llave que en vida se le negó.
Fue la leyenda de un tiempo
que dejó huella en sus venas.
Burla de muchos flamencos,
blanco de toas las condenas
de los que ahora pregonan que sienten admiración.
Pueden pedir galardones o escupir en su memoria
pero no borrarán la gloria
del genio de Camarón.

Adolf Sarkozy Hitlert

El nuevo azote de los gitanos.

¿Imagina alguien la que se habría liado en el mundo si fuera Fidel Castro quien estuviera haciendo lo que está haciendo este individuo?

Adolf_Sarkozy Hitler

domingo, 29 de agosto de 2010

En el exilio

Después de “El comando P.U.P.A”, David el Carapapa se tuvo que ir a Alicante a buscar trabajo; y estando allí, cuando se acercaba la fecha de pensar en la chirigota nueva, mandó el  pasodoble para el próximo año. Quizá por la carga emotiva que suponía su ausencia, nos gustó mucho a todos, así que cuando me lo aprendí, le dediqué esta letra:


Pasodoble


Patente de gaditano
tiene ese amigo al que quiero.
Ese que llevando un presente oscuro
y una garganta con nudos
perseguía otro futuro
de esperanza y de puchero.
Y su código de barras
son seis cuerdas de guitarra
para ejercer de cigarra
cantando bajo otro cielo.
Patente de gaditano
y una marca registrada
por fenicios y romanos
que se asoma a su mirada.

Quiere a Cádiz.
Aunque lejos de su aroma, quiere a Cádiz.
Y en su exilio
busca siempre lo que le recuerde a Cádiz.
Otras aguas y otras olas sin bravura;
otras sales y otros vientos
le despiertan la locura.
Y pensando siempre en febrero
renovará los piropos,
renovará los “te quiero”.
Que aunque la pena le sobre
de mi amigo Carapapa
nunca faltará un buen pasodoble.

Don Quijote con Cervantes y colorantes

Este pasodoble, aunque lo hice para ese año, es el tipo de letra que vale para siempre.

Pasodoble
De nuevo habrá una campaña
con mítines y con fotos.
Y de nuevo iremos con mil promesas
a hacer colas en las mesas
con las ilusiones presas
y los corazones rotos.
De nuevo una papeleta
de esperanza irá repleta
para llevar a su meta
a los que piden el voto.
Y de nuevo habrá un recuento
y ninguno habrá perdío:
que los que viven del cuento
lo tienen bien aprendío.
Un escaño.
Quién me dice cuánto cabe en un escaño
de avaricia, de promesas incumplidas y de engaños.
Cuántos jóvenes después de haber votao
tienen que irse de su tierra
sin trabajo y humillaos.
Sí; es triste hacer el idiota
por confiar en capullos
o confiar en gaviotas.
No; no creas lo que prometen:
la papeleta del voto
es más útil colgá en el retrete.
-----------------------------------------
Y éste, por desgracia, también.



Pasodoble
Hay curas de mala hostia
y curas que son divinos.
Hay curas que tienen el alma oscura
y curas que siempre curan
las pasiones más impuras
del que deja el buen camino.
Hay curas buenos pastores
y otros nadando en millones
doblemente pecadores
cuando consagran el vino.
Hay curas que en su decencia
dan su vida en las Misiones
y hay curas que en la docencia
corrompen a los menores.
¡Santo Padre!
Para dónde está mirando el Santo Padre.
Contra el vicio utiliza la prudencia del cobarde.
Y no escucha a esos niños que reclaman
que no ensucien más sus cuerpos;
que no ensucien más sus almas.
Sé que hay curas que son conscientes
pero hay canallas que gozan
violando a los inocentes.
Y justo es que la fe se pierda
y ante ese crimen gritemos
que no hay cura que valga una mierda.

Arte para presumir

La cocina es el único arte en Red Chile Seafood Soupel que los demás te dejan presumir.

Está mal visto que alguien diga que le salen bonitos los poemas, los pasodobles o que pinta unos cuadros preciosos. En cuanto uno dice: yo escribo bien, ya está todo el mundo criticando esa presunción; pero nadie dice nada si declara que le salen buenas las papas a la cochambrosa o la ropa vieja.

No hay cocinero en el mundo que después de cocinar un plato en la tele, no diga que está perfecto. ¡Viva la cocina!

Despedida

Espero haber tenido el tacto suficiente como para que esto te haya sabido a poco.

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