Ya ha salido la sentencia por la cual las emisoras de radio no tienen que pagar lo que pedía la Liga Profesional de Fútbol.
Es un tema que no me quita el sueño; sólo recordar que aquí, con el Concurso del Falla, se la ganamos a las radios y tuvieron que pagar.
A mí lo que me ha llamado la atención es cómo dan la noticia; porque parece que el locutor es parte de la Empresa; yo no creo que el dueño de la emisora les obligue a los empleados a hablar de la empresa en primera persona y que un locutor que está a sueldo diga: “Nos unimos las emisoras y hemos conseguido…” Cuando la Empresa no reparte beneficios con sus empleados; así que el ‘nos’ y el ‘hemos’, se lo podía haber ahorrado.
Aquí, con lo del Carnaval, un locutor de la SER (por cierto que la SER en Cádiz es la antítesis de lo que es en el resto del País) se despachó una mañana y dijo: “Los autores tienen secuestrada a la Alcaldesa”; es decir, nos puso de terroristas (el secuestro de una alcaldesa es terrorismo) porque nos negábamos a concursar si no repartían con nosotros lo que ganaban en publicidad gracias a nosotros. Y no imagino al dueño redactando la noticia, sino que lo hace uno que ni conoce al que después se lleva todas las ganancias a su cuenta y el día que tenga que despedir a doscientos, los despide sin conocer sus nombres.
Creo que mucha gente equivoca qué es mirar por el trabajo; que una cosa es trabajar con responsabilidad y profesionalidad, y otra tenerle que bailar el agua al empresario. Eso siempre se ha llamado ser un perrillo.