He estado en la manifestación y me he alegrado de haber asistido. Creo que había bastante gente y cada vez con las ideas más claras.
Pero venía por el camino pensando en para qué tiempo (pasado, presente o futuro) estaba hecha esta manifestación y he llegado a la conclusión de que era para el pasado.
En los años setenta se empezó a hacer un guiso con ingredientes todos exquisitos; pero antes de que se terminara de cocinar, los camareros nos dijeron que nos podíamos sentar a la mesa y nos fueron entreteniendo con entremeses varios. Como todos teníamos hambre, fuimos comiendo de lo que nos daban. Hasta hubo un intento de reventar aquella comida y de incluso quitar al cocinero para colocar, en su lugar, a uno de los de siempre; de los de “yo me lo guiso y yo me lo como”; que era lo que hasta entonces habíamos tenido. Pero la cordura de la gente hizo que los reventadores no llegaran a entrar ni en el comedor ni en la cocina; pero por muchas razones, se apagó el fuego y el guiso no se terminó de hacer.
Y siguieron entreteniéndonos con entremeses y seguimos comiendo de lo que nos daban sin querer caer en la cuenta de que el guiso ya se había olvidado. Nos dieron la oportunidad de elegir camareros y Maîtres; pero la comida sigue siendo la misma: para engañar al estómago.
Por eso hoy creo que se ha ido viendo el intento de encender de nuevo el fuego y con más bríos; el intento de darle el calor necesario a la olla de la que salga lo que necesitamos para mantener nuestros cuerpos y nuestros sueños. No queremos más entremeses de dudosa procedencia y elaborados con materias caducadas; Queremos un humeante plato en el que se vean tropezones de ilusiones y de luces. Si dejamos que engañen nuestro estómago, también engañarán nuestra mente.
dos palabras: pre-cioso... me ha exo saltar dos lagrimillas
ResponderEliminar"Somos ricos en palabras y en ideas. Seamos ricos en hechos, que es así como mejor se afirma el ideal”.
ResponderEliminarRicardo Mella.
Ahora empezamos a sembrar las semillitas que, con el debido tiempo, esperemos a posteriori tengan su floracion.
Por cierto, se le ha concedido el premio a la trayectoria individual por “la difusión de los valores de la recuperación de la Memoria Histórica" a un paisano tuyo de Cádiz....
José Luis Gutierrez Molina.
Saludos Maestro y gracias por estas palabras con las que aprendemos.
¿Y ahora que digo yo?, ¿como se dice chapeau en gaditano?, ah si ¡ooolé!
ResponderEliminarGracias, amigos; he tardado en entrar en el blog porque se me olvida, incluso, que lo tengo: palabrita del Niño Jesús que es verdad.
ResponderEliminarLa prosa del poeta, como dice María, no es pensada ni elaborada; lleva mucho de corazón porque, a mis sesenta y dos años, todavía no he visto un cambio como el que soñamos cuando teníamos veinticinco; por eso el símil con el guiso; porque estoy harto de maritatas y de que llevemos tanto tiempo discutiendo si las croquetas son congeladas o del puchero: yo quiero usar ya la cuchara con un plato que me saque sudores de libertad y satisfaga el hambre que siempre nos deja la utopía. Gracias otra vez por comprender mis sueños. Salud