Ahora la Prensa tiene una labor por delante muy bonita: tratar de levantar el ánimo a los ciudadanos.
Sin perder su vocación de servicio a la información ni su veracidad, la Prensa puede hacer que la situación parezca menos mala. De la misma manera que ella pide a los políticos que arrimen el hombro, debe arrimar el suyo para tratar de contagiarnos optimismo; que está la cosa cortita. Si una obra se sabe que, de momento, no se va a terminar porque sabemos que el dinero que hay es para lo imprescindible, no debe la noticia darse como si nos alegráramos de los fallos de los políticos. Si tenemos claro que la carretera Conil-Kandanchú se va a quedar parada por falta de presupuesto, siempre que no sea porque unos malnacidos se lo han quedado, hay que dar la noticia con el arte suficiente para que esa carretera no se eche de menos. Ahora, si vamos a llenar dos páginas con fotos de la obra abandonada y los jaramagos creciendo por los alrededores, lo que trasmitimos es agobio y desánimo.
No se trata de engañar ni de enmascarar la situación; pero si yo me quedara parado, no me gustaría que mis hijos me recordaran a diario las promesas que incumplo por falta de dinero; y que después de comer, en vez de echar el "erutito" me dijeran: ¡Papá, sieso!
¿Y de los tres añitos que los “niños” nos han dados, nos olvidamos?, ¿antes la culpa era del gobierno que no sabia por donde se andaba?, ¿ahora lo tenemos que arreglar entre todos apoyando al nuevo gobierno que se ha pasado tres años dando mucho …?, pues como dicen los chavales ahora, va ha ser que no y si hay que echarse a la calle aunque a estos muchachos les molesten, nos echaremos.
ResponderEliminarNo Manuel, no me entiendas mal; una cosa es que pidamos optimismo y otra que olvidemos los daños colaterales.
ResponderEliminarPaco: Es que cuando uno se ha llevado ocho años viendo y escuchando Teleesperanza, o viendo como Gallardon se gasta 4 o 5 kilos de euros en sus despacho y cuando tu jefe en su coche no pone otra cosa que Intereconomia o la Cope, la verdad es que uno no encuentra vacuna contra las mentiras que nos han contado y las que ya mismo están intentando de meternos por donde se imagina, esperando que no nos enteremos, vamos, que nos comportemos como auténticos carajotes aunque por estos lares no sepan su significado. Saludos.
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