Entrevista

Una noche de éste último verano, paseando por la Caleta, me senté junto al busto de Paco Alba; quizá fuera que al yintoni que me había tomado le habían puesto mucho limón, ¡con lo que eso marea! Lo cierto es que me sorprendí a mí mismo (qué de reiteraciones, ¿no?) hablando con el Brujo; y a cada pregunta que le hacía, me contestaba con un fragmento de alguna copla suya.

Pregunta: ¿Es malo ser autor de Carnaval?
Respuesta:
Muchos piensan
muchos piensan
que la chirigota es cosa de fantoches

y hasta dicen

y hasta dicen

que los que la escriben
son gentes mediocres
yo no digo
que los hombres que escriben comparsas
sean grandes portentos
pero si digo que estas murguillas
han tenido muy buenos maestros.
                         Los vendedores de marisco


P: Pero mucha gente dice que gastamos mucho tiempo en Carnaval
R:

Si analizamos las cosas

toda nuestra vida es pura pantomima
donde cada cual se esconde
tras de su careta supuesta y fingida.
Así es que no nos rebajan
al calificarnos de chirigoteros
pues deben tener por cierto
que el carnaval es perpetuo
¡en este mundo embustero!
                                           Los hombres del mar


P: ¿Ha estado Cádiz bien gobernada?
R:
Grandes nombres
grandes nombre registra la historia

de nuestra alcaldía

y esos hombres se conservan siempre
en la memoria por su gran valía
otros tantos
otros tantos pasaron por ella
sin pena ni gloria
pero en cambio tuvimos alcaldes
que su ausencia todavía se llora
                                Los vendedores de marisco


P: ¿Qué te parece Cádiz?
R:
Yo no sé si es pasión
lo que siento por mi Cádiz
para mí es más que un sol

y oro es, porque oro vale.

                                                   Los del bocho

P: ¿Te sientes orgulloso de ser gaditano?
R:
Sentimos los gaditanos
al ver como resurge nuestra capital
un orgullo noble y sano
y es justo que sintamos cierta vanidad.
Todo el que quiera a su tierra
no tiene más remedio que reconocer
que hay que elogiar a la gente
que luche por ella con ansia y con fé.
                                           Los de fin de curso

P: ¿Y aquí por qué te sientes bien?

R:
Por mi bella Caleta yo siento añoranza
recordando unos tiempos que no han de volver
porque en ella pasé casi toda mi infancia
donde aprendí a nadar y a mariscar también.
                                            Estampas goyescas


P: ¿Tan bonita la ves?
R:
El mar se ilumina al reflejar
la luz del faro con su brillo
y da sensación al contemplar
que son de plata mis castillos
y el son de las olas es un crisol

donde se funde mi canción.

                                       La hueste de don Nuño


P: Pero ¿es bueno presumir de que somos los mejores?
R:
Que si tu eres mejor
o peor nos dá lo mismo
donde no haya razón
poco importa el fanatismo
yo no puedo decir
que esto sea lo mas bonito
ni tampoco que aquí
seamos unos angelitos.
                                                    Los del bocho

P: Al Cádiz, cómo lo ves
R:
De verdad que es una fatalidad
que hasta en el fútbol tenga que ser
la Cenicienta esta Capital
pero si es que al Cádiz quieren hundir
humildemente voy a decir
que trabajito le va a costar
pues tenemos todos la obligación
por este estadio y por dignidad
subirlo a primera división.

                                                Los sarracenos

P: Y a esa chavala que va por allí en frente, qué le dirías
R:
En la historia eres famosa
bella mujer gaditana
en la historia eres famosa
como madre soberana
y como novia graciosa.
                                            Los de fin de curso


P: ¿Nada más?
R:
Tú no serás coqueta ni cursilona
pero tienes un aire tan especial

que solamente andando ya me enamoras

porque tú, gaditana, eres señora
señora y gitana, mitad y mitad.
                                       Currusquillos gaditanos

P: Ya me voy ¿Algún consejo para los jóvenes?

R:

No construyas en la arena

alguien le dijo al oído

hazlo de dura cantera

para el que abatirlo quiera

se rinda a sus pies vencido

no construyas en la arena

que las olas traicioneras

lo dejan todo barrido.

                                                     Los beduinos

Y me fuí dejando allí al centinela perpetuo de

ese rinconcito llamado Caleta

donde el sol se muere de celos ¡quién sabe!

                                                   Los forjaores