He disfrutado un rato con una entrevista a Gabilondo y ha dicho, entre otras verdades como que Tele5 ha convertido su cadena en una fosa séptica, que es verdad que en España se habla y se escribe mal, pero que mucha culpa tienen los periodistas.
Esto que dice Iñaki, aunque es una verdad palmaria, los periodistas (aunque algunos se escapen) siempre lo niegan; y siguen usando el idioma como les vienen en ganas y plagando los programas de radio y televisión de palabras malsonantes y ordinarias. Ellos creen que así se acercan más a los ciudadanos; y en lugar de marcar unas mínimas normas de decencia, llevan a los periódicos y la radio, la misma forma grotesca y soez de hablar que empleamos en la calle.
A lo mejor muchos creen que eso es un adelanto; pero escuchar a un locutor decir "¡Manda cojones lo que ha hecho el árbitro!" no me demuestra ni que sea necesario ni bueno. Sólo me demuestra que como esto siempre va hacia adelante, dentro de cuatro o cinco años, cuando no nos asustemos de que diga "cojones" dirá, para impresionar, "Manda cojones lo que ha hecho el cabrón del árbitro; será hijo de puta...".
El problema este está en la propia ley, si usted reprende a su hijo cuando suelta un exabrupto de cualquier tipo, lo primero que le contestará: pues ayer lo escuché en la tele o lo oí en el cine o lo leí no se donde, pero si uste insiste que esa no es forma de hablar y el chavalito insiste, es posible que termine por darle un cachete al mozo, pues mi querido amigo. ya tiene usted el lío montado.
ResponderEliminarPero esto ni mucho menos es de ahora, recuerdo el día en el que Boris Izaguirre nos mostró su trasero a toda España, nadie movió un dedo en su contra, más bien hubo quien le rió la gracia y claro, si eso lo hace un escritor y presentador de televisión o si nos sale un tal Maradona que debe representar a un país diciendo las barbaridades de turno y las distintas cadenas repiten sin cesar las escenas, que podemos esperar de nuestros hijos, ¡ojo! da igual el nivel de formación que tengan, ya puede haber hecho el doctorado y tres master, da exactamente lo mismo, la única diferencia radicará en la vocalización, el disparate lo dirán del mismo modo. Salud y paciencia, no nos queda otra.
A los formatos en los que se usa mal el lenguaje me da por compararlos a los vendedores de comida basura. Unos y otros saben que degradan al sector con lo que hacen --es muy difícil estar tan ajeno al mundo real como para no darse cuenta.
ResponderEliminarPero claro, a las primeras de cambio te saltan desde debajo de las piedras los que salen con criterios que en realidad nada tienen que ver, como la asequibilidad de ciertos presupuestos, la voluntad de entretener (y no de informar o enseñar)... Lo que sea con tal de justificar una chapuza detrás de otra.
Un saludo.