Enhorabuena, señor Rajoy; al final lo ha conseguido después de haberse tambaleado tantas veces debido a las zancadillas que tuvo que sortear desde su propio partido (Acebes, Zaplana, Aguirre…) y de los empujones dados por la extrema derecha y la Iglesia (que es lo mismo)
No sé si todo eso ha ido resbalándole o ha ido creando un rosario de promesas que ahora tendrá que cumplir; ya se irá viendo. Yo le deseo que tenga mano firme para no permitir que en sus filas anide la corrupción y el enchufismo. Lo de salir de la crisis ya sé que será si se cumplen una de las dos opciones que existen: o declararle la guerra a Alemania o hacerle caso. Es decir, las mismas opciones que había antes de que usted saliera presidente; de modo que si no escoge la guerra, hará lo que se venía haciendo, que es por lo que ha perdido las elecciones su contrincante.
Otra cosa que le daría mucha credibilidad es que consiguiera que todo el mundo pague los impuestos que tiene que pagar. No hace falta subirlos; sólo preocuparse un poco más de la economía sumergida (no la de los parados), las evasiones y las leyes que permiten que un cantante, tenista o lo que sea, pague los impuestos en otro país. Sólo con eso, no tendría que echar a médicos y maestros a la calle. Suerte y al toro.
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