La crisis no sólo beneficia a la Derecha en la cuestión política, que la utiliza como arma arrojadiza y para intentar ganar elecciones; sino que como cuestión social también la aprovecha como portadora de beneficios.
Ahora, todas esas instituciones benéficas que están formadas por los que no tienen ningún complejo en explotar a los trabajadores o por los que no dudan en sacarnos la perras a través de sus profesiones liberales (notarios, médicos, registradores de la propiedad…), están felices porque se pueden dedicar a lo que más les gusta: la caridad.
Ellos, irredentos populistas, seguirán igual que siempre: regalando el pez a través de comedores, asociaciones de reyes magos o roperos parroquiales, pero se seguirán negando a enseñar a pescar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tú no te cortes, di lo que quieras.