Lo escribí para una de nuestras chirigotas callejeras: "Doña Cuaresma con to sus monaguillos”, de 1996.
la que lleva en sus entrañas
la intolerancia y el odio.
Esa españa que refleja
su soberbia en cada queja:
siempre subida en su podio.
La del látigo y el Cristo
la que si no andamos listos
se adueña de las conciencias.
Ella es de esa España que está anclada
entre el rosario y la espada:
la decente sin decencia.
Disculpe, doña Cuaresma,
si le recuerdo que esto ya es un pueblo libre.
Disculpe, doña Cuaresma:
no nos predique lo que ahora es imposible.
Señora, su cielo no me interesa
porque tengo la certeza
de otro cielo ya ganao:
ese cielo pal que sufre y que resiste;
si es verdad que un dios existe
nos lo tendrá reservao
a los que nunca fuimos vencedores,
pero fuimos luchadores,
algo ilusos y explotaos.
Paco ponga ud tmb algun que otro pasodoble de los cubatas, el que ud quiera, aquí en Punta Umbría esa chirigota nos enamoró a todos.
ResponderEliminaryo ya no bebo más Ron aunque me obliguen....ahora ponme por favor ginebra Rives
maravillosa chirigota
No te preocupes, todo llegará. Salud
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