A estas alturas, no sé con qué intención escriben los novelistas; o mejor dicho: no sé qué hay que valorar de ellos. Porque si sólo tengo que valorar la historia que me quieren contar, para eso no los necesito: las historias me las invento yo.
Cada arte tiene su lenguaje; y cada lenguaje es el vehículo para que el sentimiento llegue al objetivo: la música utiliza los sonidos; la pintura, el color; la escultura, las formas; la arquitectura, los volúmenes…Y la literatura, el habla. Cuanto mejor utilice el idioma un escritor, mejor escritor será; a mí, la historia que me cuenten, si no me la cuentan con toda la belleza de la Lengua, no me interesa. Yo no puedo ser seguidor de alguien que no haga las cosas mejor que yo, porque si no, no aprendo. Si alguien al escribir utiliza adjetivos donde debería utilizar adverbios, por ejemplo, me está destrozando la Gramática. Lo mismo que si un churrero le echa sosa caústica a los churros en vez de sal, me está destrozando los churros; y mucho más si, encima, al afeárselo, me dice que ese es su estilo y que eso es lo que hay.
Si hay (y está bien que lo haya) un Código de Circulación para entendernos cuando salimos a carretera, debe haber otro para que nos entendamos y nos transmitamos sentimientos. Y mucho más en el Arte.
Estoy de acuerdo. Toda producción que se califique de literaria tiene que llevar implícito un trabajo estético. Por estilo de un artista -y un escritor lo es, no hay hibridez que valga- entiendo suma y resumen del concepto de belleza que éste tiene del mundo, así como el conjunto de herramientas de las que se vale para transmitirlo. Si no aparece alguna de estas bases, el resultado tiene que cojear a la fuerza.
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarEl otro día, estando en la peluquería, di con este curioso artículo en la revista QUO.
http://www.quo.es/ciencia/hombre/uitimas_palabras/las_ultimas_palabras
Y ya que ha salido el tema, creo que puede venir al caso y ser de vuestro interés.
Es un poco extenso, pero estoy seguro que os gustará.
Un saludo.