Esto es un fragmento de un artículo que publiqué en Diario de Cádiz hace cinco años. En él se habla del romancero que hizo el Gómez en el Trofeo de 2005.
“…Otro invento que, por lo visto, hay que criticar, es el carrusel de coros de verano.
Entiendo que haya aficionados al Carnaval que teman por la desvirtuación y, con la mayor de las voluntades, se excedan en velar por la Fiesta. Eso, en todo caso, es una muestra del cariño que le tenemos a esto. Pero aun así, no hay que temer nada. Un carrusel en verano no es carnaval; el Carnaval es una filosofía que nace de una necesidad de romper con el orden establecido; las coplas son una parcela de él, por tanto, el carrusel, es sólo una muestra de esas coplas. Y si en un teatro se hace ¿por qué no se va a hacer en la calle? Una carroza no es más que un escenario al que se le ponen ruedas para que llegue a donde quiera. Lo peor que se les puede hacer a las coplas de Carnaval es encerrarlas en una burbuja, pues se hicieron para ser aireadas en las cuatro estaciones del año.
De lo que sí me da pena es de la poca iniciativa que tenemos los carnavaleros y hemos de esperar a que sea el Ayuntamiento, precisamente el que tan mal trata al Carnaval en febrero, que ni corta el tráfico en el casco antiguo, quien decida cuándo y dónde tenemos que cantar. Por eso yo me alineo con mi amigo José Manuel Gómez, que las órdenes las recibe de las “sentrañas” y lo mismo inventa el “Carnaval chiquito” que hace un romancero veraniego sin pensar que está desvirtuando el Carnaval. Eso sí, con el apoyo del Ayuntamiento que le ha cedido el cartelón y le ha dibujado las viñetas. Un lujazo de romancero.”
20 de agosto de 2005
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