La cuestión de la prohibición de la prostitución es algo que no voy a entender nunca. ¿Todavía seguimos con ese puritanismo? ¿Todavía la Iglesia va a marcar nuestra forma de dirigirnos por la vida? A quien hay que perseguir es a ese personal chungo que explota y extorsiona. Lo que pasa es que es más cómodo y barato prohibir el trabajo a las prostitutas, que perseguir a las mafias. Aparte de que detrás de esas cadenas de extorsionadores, suele haber personas influyentes y que gastan mucho dinero en lugares como la Costa del Sol y similares.
Pero una persona tiene derecho a explotar la parte de su cuerpo que desee explotar si la Naturaleza se lo ha bendecido. Ya sea el cerebro, la cara los pies o la vagina.
La prostitución, ejercida en libertad, es un trabajo tan digno como cualquiera; y si una mujer quiere ejercerla antes que servir a una vieja impertinente o fregar suelos, tiene el derecho a nuestro respeto. Lo que pasa es que ese oficio, a la luz pública, sólo lo ejerce gente pobre; que cuando lo ejerce una económicamente solvente, le colocamos otro nombre en lugar de el de prostituta.
Pero si respetamos a un científico que pone inteligencia y conocimiento al servicio de la guerra inventando armas para matar, ¿por qué no vamos a respetar a quien pone lo que tenga que poner por hacer feliz a una persona un ratito?
Coincido totalmente contigo maestro, de hecho creo que si se legalizara, nada mas que con lo que se aportaria a la seguridad social dariamos un gran paso para salir de la crisis. Y ni te hablo del derecho de esas mujeres de tener una cotizacion, reconocimientos medicos periodicos... y sobre todo salir de la exclusion social.
ResponderEliminarUn saludo maestro y a cuidarse.
Claro que toda persona tiene derecho a hacer con su cuerpo lo que le venga en gana, pero prostitución y libertad no van de la mano, todo lo contrario. El 95% de las mujeres que la ejercen están coaccionadas y amenazadas (no lo digo yo eh, lo dice la ONU)
ResponderEliminarY además, si el ejercicio de la prostitución no fuese suficientemente duro, las mujeres que la ejercen llevan siglos soportando la hipocresía, el cinismo y el desprecio.
No creo que legalizándola se alcanzaran los derechos y el respeto para estas mujeres, ganarían las mafias que tendrían el campo libre.
Si a alguien le apetece leerla, esta es mi opinión sobre el tema: http://cadizenmalva.blogspot.com/2010/03/mama-papa-de-mayor-quiero-ser-puta.html
Un saludo.